lunes, 2 de julio de 2012

Ginban Kaleidoscope / Paseo a La Ligua


Un día de contrastes. Salimos de Santiago y fuimos a “La Ligua”, un lugar conocido por sus pasteles y sobre todo por sus tejidos, puedo asegurar que ahí hacen los chalecos más calentitos de Chile (o al menos está entre los mejores). En Santiago el clima no estaba muy bueno, en cualquier momento se podía poner a llover, pero en camino encontramos de todo tipo de climas, es primera vez que veo un norte que a pleno día estaba helado y con algo de lluvia, a ratos nos encontrábamos con una lluvia tenue, a otros con solo algo de neblina, sin embargo en un tramo hacia bastante calor y había sol. Lo malo fue que cuando pasábamos por la cuesta “El Melón” había ocurrido un accidente y a mi papá casi le sacaron un parte, el carabinero casi, pero casi le pasa el parte, pero tanto mi papá como mi mamá se “humillaron”, ya saben, “sí señor, tiene razón, tuvimos culpa, no entendimos bien las señales que nos dio el camión delante de nosotros (que era la verdad, el tipo dio señal de que lo adelantáramos cuando en realidad era lo contrario), no vimos que había ocurrido algo en la vía (que también era verdad), etc”, el caballero nos forro en un sermón al cual daban unas ganas locas de debatir, pero ninguno lo hiso, la cosa que nos salvamos yo creo que por menos que un pelo de que nos pasara el parte, yo solo atine a taparme la cara y decirme para mis adentros “con eso mi papá mancha sus papeles”. 
En resumen, el carabinero se compadeció de nosotros y nos dejo irnos, así que nos salvamos después de todo, pero algo nos inquieto dentro de lo que nos había dicho en el sermón, nos dijo que hacía poco un auto había caído a una profundidad de unos 50 mt, o 150 mt, la cifra que nos haya dado daba lo mismo, lo importante era que un auto había caído y que la interrupción del tránsito se debía a que estaban tratando de rescatar el vehículo siniestrado. Nunca es grato saber que alguien ha fallecido en circunstancias tan trágicas, no sé, deja una sensación extraña en el corazón, me recuerda un poco el cómo falleció mi perrito (que fue atropellado en la vereda) y bueno, además queda un poco la impresión que pudimos llegar a ser nosotros los que cayéramos ahí, eso nunca deja de rondar en la cabeza de uno. Lo otro llamativo fue que había tanta gente observando cómo recuperaban el auto, para mí no es algo en lo que me debiese poner a observar, bueno, si algo aprendí en clases es que las personas tienen un morbo por la muerte, se refiere la psicología a esto como el hecho de pensar qué pasaría si se nos muriese alguien muy cercano (padre, madre, hermano/a, etc.) o ver como un tercero fallece frente a nosotros, o bien, como se ve la muerte, en mi ese morbo inconsciente se extinguió con el fallecimiento del Niko, aunque nunca ha sido un espectáculo que a mi parecer sea muy ético de ver. Esas cosas me dan algo de pena, surgen en mi los sentimientos de protección, las ganas de tomar esa alma y llevarla a donde corresponde, de guiarla en su camino a la otra vida, también brotan las ganas de poder haber detenido el accidente y el caso de ser inevitable el incidente, poder abrazar los sentimientos de la familia expresados en un abrazo de forma física. Con eso tiende mi alma a recordar una vida pasada, en realidad dos vidas pasadas, la vida anterior que tuve en forma terrenal y la otra vida posterior a la terrenal, pero sobre eso hablaré en otra ocasión, además por ahora no va muy al punto. 
Siguiendo con el tema principal… luego de pasar la cuesta “El Melón” llegamos a nuestro destino “La Ligua”, ahí viven mi abuelita (parte papá) y mi tío (parte de mamá) que son un matrimonio, también en ese lugar se encuentra sepultado mi abuelo que falleció un par de años antes de que yo naciera, de hecho mis padres aun no se conocían cuando falleció, también tengo dos tíos de parte de mi papá que viven por ahí, ambos con vidas bastante enredadas. Pasamos el día con mi abuela y con mi tío, almorzamos juntos, conversamos mucho de todo; de las novedades de la familia, anécdotas, etc., por un rato fue uno de mis tíos con su hija y con la amiga de esta, luego fue mi otro tío (al tiempo que el primero se fuera), con él compartimos la “once” y de nuevo hablamos de todo, después a mi hermano, es decir mi perrito y yo nos fuimos a la cama un rato, él se quedo completamente dormido y yo también dormí un rato, mi papá también estaba con nosotros y durmió un par de minutos. 
Lo otro que hicimos en el día fue ir a comprar deliciosos pasteles liguanos, fuimos como siempre a la mejor fabrica, unos de mis tíos trabaja ahí y además mi papá conoce al dueño desde hace muchos años, yo me comí dos pasteles en cuanto tuve la bolsa en mis manos, son realmente deliciosos, además que amo las cosas dulces, son mi debilidad.

Me voy dejando una imagen de una serie de anime que es romántica, pero la historia gira en torno a dos joven que en distintas partes del mundo tienen un accidente al mismo tiempo, ella esa una patinadora sobre hielo y él hace acrobacias en pequeños aviones, por alguna razón ella sale ilesa, pero él fallece y su alma se une al de ella, el tiempo que pasarán así no es tanto, pero en ese periodo se conocen, él la ayuda con su disciplina y poco a poco se enamoran. La historia se llama “Ginban Kaleidoscope”.





*Alice*

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