miércoles, 27 de junio de 2012

Reflexión


Ayer además de ser el cumpleaños de mi mamá también me di cuenta de algo muy importante, lo sabía desde hacía mucho tiempo, pero nunca me había dado cuenta de su real significado. Me di cuenta de que cada día debemos demostrarle a las personas que nos importan cuanto las amamos, la importancia de decir un “Te amo” cada día a los que queremos. Yo le solía decir “Te amo” todos los días a un angelito, pero un día salí de casa y volví solo para ver que me había dejado, en eso que salí él se fue al cielo, dejándome aquí en la tierra sin su compañía. Lo importante de eso fue que no me arrepiento de nada, porque todos los días le dije un “Te amo”, cada día le daba un beso, día a día le daba un abrazo y yo recibía con el mayor regocijo el beso, abrazo y gestos de amor que él me daba, en realidad fue él el que me busco y me conquisto el corazón y cuando me conquisto nunca deje de decirle cuanto lo amaba, aun cuando me enojaba con él era porque lo amaba en exceso, incluso ahora que ya no está le paso a decir a su tumba que lo “Amo”.

Él era un perrito, era el hijo de mi otro perrito, aún lo amo mucho mucho, y jamás lo olvidaré, pero él me enseño a que debo decir lo que siento ahora que estoy viva a los que quiero y que aún están vivos, porque nunca se sabe cuando esa persona saldrá, pero no volverá más con vida, o cuando tu saldrás y a la vuelta no le verás más el resplandor de su vida, pero por el contrario, uno nunca sabe cuando a uno le llegue la hora de la partida de este mundo terrenal y a lo mejor uno se habrá ido sin decir todos los “Te amo” que se debieron haber dicho o sin dar todas las demostraciones de cariño.
Todo ya lo sabía hace muchos años, pero el haberlo vivido con mi “bebe” me hiso darme cuenta de lo que de verdad significaba.

Yo no tengo una salud muy buena, tengo bastantes problemas a decir verdad, nunca sé en qué momento me pondré realmente mal y no volveré a abrir los ojos, ya he vivido varias veces el lapso que hay entre este mundo de vivos y el mundo de los ángeles, he estado a puertas de no volver, pero siempre algo me ha detenido, solo espero que ese algo siempre me este deteniendo, al menos yo lucharé por mantenerme aquí, lucharé hasta donde pueda.

Después de toda esta reflexión dejo este hermoso ángel, en un ángel como este planeo convertirme, claro que no negro, sino que en uno bueno, aunque igual de bonita, además tengo la impresión de que antes de nacer era uno y mas que seguro que me encantaba volar entre las personas de la tierra protegiéndolos y mostrándoles mis alas para animarlos.



*Alice*

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